jueves, 22 de octubre de 2009

MI PRIMER VIAJE EN AVIÓN


¡Hola de nuevo! Os estaréis preguntando si acaso soy Willy Fogg o de la familia, pero no. Es lo que tiene estrenar un blog en verano. Además, por lo poco que conozco a mi amatxu, sólo le hace falta que le propongan ir por ahí, para que esté haciendo listas de qué cosas llevar y se ponga a preparar la maleta con mil "porsiacasos". Asi que creo que más bien es buena suerte, haber disfrutado de mi primer viaje en avión justo al día siguiente de cumplir 4 mesecitos. Sí, sí, el día de San Miguel, santo de mi aitite y de mi tío, nos fuimos a Fuerteventura.
En la foto de arriba me podéis ver en el avión de ida con aitatxu.
Que qué hicimos en Fuerteventura; pues nada vida relajadita como los "jubiletas": tempranito a la playa, comer pronto, siesta, playa de nuevo, cena y dormir; y así todos los días (o casi). Creo que a mi aita sí que le han venido bien ese tipo de vacaciones.

Por cierto, las playas de Jandía muy chulas y como era octubre, con muy poquita gente. Lo de que hace viento en la isla debe ser en verano, porque ahora se estaba de madre. Y no os preocupéis, que no hemos estado torrándonos al sol, porque siempre llevábamos el igloo de Quéchua (¡qué invento, 2 segundos y listo!, ahora para recogerlo, ya se tarda un poco más, si no que se lo pregunten a mi aita).

Para acabar, os voy a enseñar una de las fotos en el avión de vuelta. Mis aitas dicen que parezco una marquesita, no sé por qué. A mi me parece que parezco más una pasajera del vuelo 815 de Oceanic (!toma guiño friki que acabo de meter, tito Juan!)

DE CASA RURAL



Hace algo más de un mes disfruté de mi primera salida de "casa rural" (en Santotís-Cantabria). También era la primera vez que la familia de mi aita se juntaba de fin de semana. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. La casa ("La Basna") estaba nuevita y además no le faltaba ningún detalle. El pueblito estaba un tanto apartado del mundanal ruido, pero parece ser que éso era lo que buscaban mis aitas.

Yo os puedo decir que dormí como siempre de bien; en la cunita que allí había y aunque al principio hacía fresquito, al final se puso la calefacción y así estuvimos más a gustito.
En la foto estoy con mi tía Laura y mi primo Xabier. Los dos se portaron muy bien. Laura disfrutó con la música y el dvd, y Xabier, con los dardos y el parchís. A todos les oía decir que qué rica estaba toda la comida, pero yo me tuve que conformar con la tetita de amatxu y los biberones. Bueno, no importa, todo llegará el día menos pensado.

Creo que a los mayores les gustó mucho el mini montaje (fotillos con música) que preparé con ayuda de mi amatxu. ¡La "abuelita" (así le llamo a una de mis bisabuelas) lo vio tantas veces, qué casi lo gasta!
Pues eso, que si tenéis ganas de desconectar un poquillo y estar de una forma más intensa con familia o amigos, os recomiendo que vayáis de casa rural.